Por La Derogatoria

La CTS y las gratificaciones no son “beneficios”, son derechos que nos corresponden a todos los trabajadores, seamos estudiantes o no, tengamos 18, 20, 25 años o más porque los derechos son para todos, no se pasa por un proceso de selección. Pero eso es algo que no entiende ni ha entendido ninguno de nuestros gobernantes. 

Hace mucho tiempo que se han hecho y deshecho leyes en función a los requerimientos de ciertos grupos empresariales. Pero esta vez fue diferente. El nuevo Régimen Laboral Juvenil ha tocado el punto límite de la paciencia. Miles de jóvenes salieron a las calles en las últimas semanas, incluso en medio de las celebraciones por las fiestas de fin de año. 

La nueva ley laboral juvenil nos ha tocado a todos en la llaga. Y digo a TODOS porque aunque el presidente Ollanta Humala diga que esto es solo para los jóvenes sin estudios y sin trabajo actualmente, en realidad hay una verdad oculta tras de ella. Si una empresa está en la posibilidad legal de contratar jóvenes entre 18 y 24 años sin la obligación de pagar CTS y gratificación, lo van a hacer, pero como le sobrará equipo de trabajo ¿Qué hará el empleador? Retirar a los que le salgan más caros. 

Aunque muchos digan que una empresa prefiera pagar derechos laborales con tal de tener personal especializado, esa es una utopía en la que ya nadie confía. La CTS y las gratificaciones no son “beneficios”, son derechos que nos corresponden a todos los trabajadores, seamos estudiantes o no, tengamos 18, 20, 25 años o más. Los derechos son para todos, no se pasa por un proceso de selección. 

Quizá la prensa tradicional no pueda decir las cosas de forma directa. Tal vez ellos también son simples empleadores de grandes grupos empresariales y no puedan revelar el trasfondo de las cosas por estar en juego su puesto. Pero para eso estamos nosotros. Tal vez hemos pasado mucho tiempo, distraídos por la televisión o por noticias irrelevantes, pero el momento de pronunciarse ha llegado. Y si ya empezamos algo, hay que terminarlo.